Tal y como pudimos comprobar en la repentina parada de la actividad por culpa del Covid, los responsables de mantenimiento fueron los que tuvieron que salir los últimos para dejar todo controlado y apagar...
Cuando se les permitió volver, también fueron los primeros en llegar para encender la luz y adecuar toda la empresa a las nuevas normativas que se han marcado para poder desarrollar la actividad con la mayar seguridad posible.
Siempre recae en esta figura, dependiendo de la compañía, diseñar y llevar a cabo el plan de adecuación, también se lo pueden dar pero sin duda lo tiene que ejecutar con todas las consecuencias que ello conlleva. El responsable de mantenimiento, siendo el gran olvidado por norma general en las empresas, es en quien recae siempre la responsabilidad final, conseguir en todo momento que se estén cumpliendo las normas y si estas cambian ya hará lo posible para que cuando la actividad arranque este todo perfecto para ello.
El problema aparece cuando alguna de estas cosas falla, siempre queda un vacío legal al que todo el mundo quiere acogerse. Os dejamos un enlace de Garrigues que aborda este tema y nos ha parecido muy interesante...
